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domingo, 14 de febrero de 2016

Diversificación turística y emprendimiento


Tony Rodríguez
Editor turístico

El turismo es en un mundo de paz el principal aliado de la economía y del bienestar de las personas.

Los emprendedores tienen claro el beneficio que genera la industria sin chimenea, porque incrementan las ventas, siendo un público adicional al que habitualmente acude a sus negocios.

La cultura es aliada vital de la industria turística, dado que las personas cuando llegan a un destino se interesan por conocer su modo de vivir, lugares icónicos, comidas y centros de diversión.

Un turista representa un beneficio para el país o ciudad que visita, por su aporte a la economía.  Cuando se paga el medio de transporte, los impuestos que se incluyen, el hotel, los alimentos y bebidas, las compras diversas, las entradas a museos, las propinas, se activa la economía del lugar.
Si promediáramos el gasto de un turista por día en 100 dólares, una ciudad que recibe a diario mil visitantes, registraría un circulante adicional al mes de 3 millones de dólares.

En todas las épocas, las personas han mostrado interés por conocer el mundo, siendo algunos países y ciudades privilegiados por el marketing logrado a través de sus monumentos, ambientes e historias predominantes.

Conocer París para visitar la torre Eiffel y el río Sena, es argumento que utilizan millones de personas.  Otros prefieren ir a New York, a pasear por Quinta Avenida, a visitar la Estatua de la Libertad y a navegar por las aguas del Hubson River.

Las vacaciones laborales y escolares son una buena excusa para justificar un viaje, pero también la ocasión de realizar compras, hacer negocios, el motivo de una boda, un cumpleaños o matar el ocio.
En tiempos de paz, todo país, toda ciudad se abre a los visitantes, porque el turismo es un generador económico que supera a casi todas las actividades productivas, o simplemente se alía a otras actividades para incrementar beneficios.

Los países envueltos en guerras no registran la misma oportunidad de ver su economía movida por el turismo.
Hay otros factores que ahuyentan  a los turistas. La inseguridad, las epidemias, la suciedad son algunos de esos agentes que resultan odiosos a aquellas personas que destinan tiempo y dinero para viajar.
El turista puede clasificarse según su nivel económico, según el tipo de actividad que prefiere, y una clasificación atendiendo al lugar de donde proviene, en interno o externo.
El denominado turismo interno consiste en visitar en su mismo país ciudades, campos y costas, de modo que al llegar la persona se aloja en un hotel, consume en un restaurante, compra en las tiendas, utiliza los servicios de taxi, paga impuestos, entrega propinas, en fin, incrementa la economía del lugar que está visitando.
El turista externo o extranjero, lleva los mismos fines, pero su estadía suele ser más prolongada y sus gastos mayores.
La actividad turística genera bienestar humano, disminuye el estrés y se constituye en un modo de salud preventiva.
Los beneficiarios del negocio turístico son todas aquellas personas emprendedoras, que promueven actividades económicas para satisfacer las demandas del sector.  También el Estado se favorece con el cobro de impuestos.
Cuando se realiza un estudio de factibilidad para iniciar un negocio, el factor turístico es aliado importante para determinar el tipo de actividad a la que nos vamos a dedicar.

Los pueblos deben cuidar la “gallina de los huevos de oro” que es como se aprecia el negocio turístico.  Los gobiernos con políticas públicas adecuadas, especialmente destinadas a garantizar la seguridad y la limpieza contribuyen al turismo, y el sector privado, haciendo conciencia del servicio, evitando la especulación con los precios y auspiciando el buen trato a los visitantes.


Del turismo todos podemos beneficiarnos, sobre todo si nos jugamos la apuesta de hacerlo sostenible.

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